Categories
La alargada sombra de la menopausia

Los 4 jinetes de… la menopausia

Los grandes cambios en la calidad de vida tras el diagnóstico

El diagnóstico de menopausia prematura trae caos, desconcierto y muchas incertidumbres.

Creo que es importante no vivir en silencio estos cambios.

Quiero reivindicar que las mujeres con menopausia precoz tenemos que tener atención médica especializada, que si bien es cierto que no está consideraba una enfermedad, sí tiene o puede tener numerosos síntomas que implican un importante deterioro y pérdida de calidad de vida de las mujeres jóvenes.

Para mí (y siempre basado en mi experiencia), la menopausia prematura afecta y disminuye la calidad de vida de las mujeres en numerosas formas que podría englobar en cuatro grandes categorías.

  • Sexualidad
  • Maternidad
  • Efectos psíquicos
  • Efectos físicos

Todos estos cambios van a requerir de tiempo y aceptación, de un trabajo emocional y personal intenso y sobre todo de un cambio de prioridades en dónde lo más importante seas tú, practicar el quererte mucho y aprender a valorarte tal y cómo eres.

Esto no siempre es un camino fácil, y en la vivencia de la menopausia precoz nos encontramos bastante solas porque sólo alguien que se haya enfrentado a lo mismo, puede entender lo profundo del impacto del diagnóstico.

Muchas veces, nuestro propio entorno intentará quitarle importancia, nos invitará a omitir el duelo (que desde aquí os digo, ¡ES NECESARIO!) y nos animará a no preocuparnos hasta que no se hagan más tangibles las primeras consecuencias relevantes.

Por poneros un ejemplo propio, me diagnosticaron con 20 años. En ese momento en que te dicen que, entre otras cosas, no podrás tener hijos, todo mi entorno y los médicos que me trataron, me animaron a no preocuparme tan joven y a esperar unos años hasta que quisiera tener hijos confiando que los avances de la ciencia hubieran generado nuevas alternativas. No se me permitió vivir mi duelo, ni estar triste, ni sentirme rara cuando me tenían que hacer pruebas para descartar riesgo de osteoporosis con 21 años.

De este modo el duelo se congela, se queda esperando a que pasen años, a que llegue ese momento en que afrontas el diagnóstico, en que te sientes mal contigo misma, no te aceptas, te sientes vieja, tienes cambios de peso, te maltratas porque no eres capaz de hacer algo tan natural como poder ser madre…..

Finalmente, el dolor rebrota, el duelo llega y hay que pasarlo.

Mi consejo es que no dejéis que os digan cómo os tenéis que sentir, daros vuestros tiempos, respetad vuestros sentimientos en el momento en que los tengáis. Somos únicas y somos fuertes, simplemente, tenemos que daros cuenta.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *