¡Nos hemos decidido! ¡Vamos a intentarlo!
Ha sido un largo camino hasta darme cuenta, en el momento en que parecía que tocaba fondo, de que ahora sólo puedo dar pasos hacia adelante y elegir ilusionarme, ser valiente , ser positiva y esperar que el destino me sonría.
Hemos decidido empezar el proceso de ovodonación, intentar conocer a Manuela… o a Pablo… o a Cacahuete! (Éste último es como llamaré a mis posibles hijos hasta que no sean algo más tangible que un deseo).
Digo que hemos tomado la decisión pero en realidad, mi pareja estaba preparado desde hace mucho tiempo, era yo la que tenía que pasar por el proceso de duelo, tenía que aceptar mi situación y volver a sentir ilusión al pensar en la idea de ser madre.
A la hora de elegir clínica he decidido dejarme llevar por las emociones, y empezar el proceso en el sitio donde me siento más arropada emocionalmente, donde siento que si tengo dudas me van a coger el teléfono o tengo un mail donde me atenderá un ginecólogo y más aún, alguien empático que sepa lo complicado que es todo a nivel emocional y me haga sentir acompañada.
Como ya veníamos del ensayo clínico, ya teníamos todas las pruebas médicas e informes listos y para ponernos en marcha , sólo hemos necesitado una revisión y algunas pruebas de mi pareja y en paralelo han empezado la búsqueda de posibles donantes.
Hemos elegido pagar un extra para hacer el test de compatibilidad de mi chico y la donante, para ver de qué enfermedades es portador y que los biólogos puedan descartar donantes con las que coincidan para minimizar el riesgo.
Para los médicos, cualquier resultado es siempre normal y no se inmutan , aunque he de reconocer que leer las enfermedades de que uno es portador y ver los riesgos de que un hijo suyo las tenga….acojona de lo lindo. Es más, creo que si muchas parejas supieran las probabilidades de tener un hijo con una enfermedad…. se pensarían muy mucho usar sus óvulos o esperma.
En cuanto los resultados han estado, he comenzado mi preparación endometrial. Es decir, medicarme con parches para conseguir tener el endometrio más bonito, gordito y acogedor posible, para que una vez se haga la transferencia, el embrión no quiera irse de allí.
Como en mi caso partimos de que estaba tomando pastillas hormonales para tratar la menopausia prematura, la médica me indicó dejar los que tomaba para empezar con parches transdérmicos durante un par de semanas, y luego tendré que ir a ver cómo está la cosa.
Siempre que empiezo a tomar cualquier tipo de tratamiento hormonal, un miedo me acecha. Han sido varias veces las que he tenido efectos depresivos y es imposible no tener reticencias considerando lo mal que ya lo he pasado otras veces.
Hasta aquí llegamos hoy! Comienzo de los parches, ganas de saber cuándo tendrán una donante asignada y los plazos que pueden hacer que mi vida cambie muy pronto.