Cuando empezamos esta aventura en la clínica no me imaginaba ser de las afortunadas que consiguieran el positivo en la primera transfer.
Cuando participé en el ensayo clínico , todo fueron pruebas fallidas, desilusiones y bajonazos. Luego tocó decir basta y enfrentar por fin el duelo genético para poder mirar la ovodonación con ilusión.
Ahora no cambiaría por nada mi camino, porque es el que me ha llevado aquí. Leo muchas historias duras en Instagram, ilusiones que se rompen y planes que salen mal. Pero a la vez, también me llega ese sentimiento por parte de los protagonistas. Que al final las cosas salen, la gente aprende a ser feliz con sus circunstancias y su pasado y no cambiarían su camino porque es el que les ha llevado a ser como son.
Desde hace unos días, he conseguido dejar los miedos un poco aparte. Me he permitido vivir la ilusión por fin. Saber que estoy en el camino, que aunque pueda salir algo mal, también puede salir bien.
Poder ver también esa parte positiva, esa probabilidad real y alta de que todo vaya bien es un gran logro. Me ha permitido ir a la ecografía con ganas.
Ha sido muy emocionante. Nada más llegar sólo quería que la médica me dijera que se veía el saco gestacional y había embrión dentro.
Creo que la sobreinformación y leer tanto en Instagram me ha generado miedos que no debería tener. No sé cuál es la probabilidad de que el saco esté y no haya embrión dentro. Quizás 1 de cada 100 , o si consideramos la ovodonación donde se seleccionan los blastocistos, quizás hasta menos.
Pero ahí estaba yo , acojonada por cada una de las cosas que alguna vez leí le pasaron a alguien. Es bueno darse cuenta de que ese no es el camino.
Igual que los foros e Instagram nos ayudan a sentirnos acompañados en este viaje, también puede llegar un momento en que necesitemos apagar para que manden nuestros sentimientos propios y no empaticemos con el dolor ajeno hasta tal punto que nos bloquee nuestra capacidad de pensar en positivo.
Ahí he andado yo. Varias semanas de miedos, angustia, ansiedad.
De no escribir a menudo porque lo importante era que pasaran los días sin malas noticias.
Desde hace unos días, ya os digo que me cambió un poco la actitud.
Estoy más positiva, ilusionada y sobre todo , contenta sin más.
Porque de momento, estoy embarazada, porque tengo algo super pequeñito pero valioso dentro de mí. Porque me siento especial.
Porque miro a mi pareja y sé que somos el equipo perfecto para esta y cualquier otra aventura.
La ecografía ha sido un bonito momento. No he llorado, y eso que con las hormonas locas lloro hasta por la tontería más pequeña.
Pero ha sido bonito verlo y oír el corazón. Cómo algo tan pequeño ya tiene un corazón que late tan rápido. Me siento agradecida con la ciencia.
Empiezo a sentirme más agradecida con la donante. Por hacer posible que esto pase.
Supongo que aún tengo muchos caminos emocionales que transitar.
Pero el subidón de la ecografía ayuda a verlo con optimismo.
A su vez, esta eco ha sido como una especia de alta médica con mi doctora en la clínica.
Sé que puedo escribirla para cualquier cosa que necesite, pero como quien dice, su trabajo ya está hecho.
Nos volveremos a ver en un tiempo cuando vayamos a por los 2 blastos que nos quedan. Espero poder enseñarle a mi futuro hijo para que vea el fruto más bonito de su trabajo.
A veces pienso en mi trabajo….. donde sólo hago ganar dinero a una multinacional. Cómo se puede comparar con la belleza del trabajo de ginecólogos, embriólogos, enfermeros, etc.
Qué sensación debe ser para ellos cada positivo y cada niño que nace gracias a ellos.
En lo profesional, hay un gran componente de felicidad cuando sentimos que nuestro trabajo tiene valor. Todos los médicos, científicos, sanitarios…. tienen que estar en el top.
Yo realmente encuentro más satisfacción en escribir este blog y sobre menopausia que pueda ayudar en algo a alguien , que en mi trabajo.
Pero con 35 años ya he descubierto que no siempre ni todo el mundo encuentra un trabajo en que se realice. A veces tenemos que vender algunas horas de nuestro día por dinero, para luego poder hacer las cosas que de verdad nos mueven en el resto de horas libres.
Volviendo a la eco, mi doctora ha llamado al embrión “Gambita de Palamós”.
Tip para viajeros! Palamós es un pueblo muy bonito de la costa brava, en Girona.
Ciertamente sí tenía un poco forma de gamba, me ha hecho gracia.
Ahora ya le doy forma, le imagina dentro, sé que late, cómo suena . ahora ya se ha vuelto alto más tangible y eso me hace feliz.
Me hace ser optimista, pensar que se va a quedar con nosotros.
Ahora ya todo consiste en ir dando pasitos que demuestren con hechos que no ha sido un sueño.
La visita en nuestro clínica de reproducción asistida ha sido super chula, tenemos la foto de la eco y todo muy bien.
Por la tarde hemos ido a la primera visita de seguimiento embarazo a la clínica Dexeus en Barcelona. Como tengo seguro médico, he pensado hacer seguimiento por lo público y privado en paralelo pero sin repetir las pruebas, que las haré sólo una vez.
Teníamos de nuevo la eco, o sea que hemos visto dos veces a nuestro huevesito.
Pero…… oh! señor! Alguna vez ya me pasó en Dexeus…. nos han tratado como números.
Le daré una segunda oportunidad porque hoy sólo tenía eco y el viernes me toca volver a la visita con la ginecóloga. A ver si ella puede compensar la sensación que nos ha dado el hombre que nos ha hecho la ecografía.
Creo que al ser un hospital tan grande y privado, les falla mucho la organización, la administración y el conocimientos de los que atienden con los papeleos. Está todo instrumentalizado , pero muy poco humanizado.
Hemos ido a mi primera eco y el tío no nos ha explicado nada, ni enseñado nada, ni si quiera sido empático o simpático. Más bien lo contrario, un robot, rancio y encima me ha echado la bronca por haber ido antes de completar la 8a semana (estoy de 7 semanas y 4 días)….. cuando la cita es la que me han dado ellos mismos.
Total que yo que me veía decidida a hacer el seguimiento de embarazo también en Dexeus, ahora me lo voy a pensar en base a la primera visita con la doctora. Siento que las matronas y la seguridad social están bien preparadas para esto y quizás no necesite duplicar visitas.
¡En realidad no sé nada! De eso es de lo que más cuenta me he dado.
Todo es nuevo, no sé cuál es el siguiente paso.
Pero hoy me he vuelto a enamorar, he vuelto a sentir el instinto más fuerte que sólo había sentido el día antes de la transferencia.
Y aún así, no sé nada! Pero estoy con ganas de averiguarlo por mí misma con mi compañero de batallas y el pequeño cacahuete que llevo dentro.