Acabo de cumplir 20 semanas de embarazo.
Veinte semanas con mi pequeña Manuela creciendo dentro de mí. Con muchos sentimientos bonitos y feos que se apelotonan y desordenan en mi cabeza, apareciendo aleatoriamente.
Estar embarazada NO es fácil o al menos no lo está siendo para mí.
Quizás influenciada por la infertilidad y los procesos anteriores o por mí propia situación emocional (he estado con tratamiento antidepresivo meses antes del embarazo por los desequilibrios de la menopausia ), el caso es que hay días en los que el amor me invade y lo llena todo. Y algunos pocos, pero muy pesados, en los que siento angustia, ansiedad y pánico porque algo no esté bien.
Sufro porque tanto la niña como yo , podamos tener algún problema.
El miedo me bloquea a escribir. Me gustaría haber ido escribiendo el diario de una ovoreceptora con más contenido, con mis cambios en el día a día. Pero siento que sólo quiero quemar etapas y que Manuela esté con nosotros en casa.
Esta tarde tengo la ecografia de la semana 20.
Desde la semana 12, decidí no hacer seguimiento en la clínica Dexeus porque sinceramente no me daba tranquidad ni confianza mi ginecóloga, no sentía que me aportara tranquilidad, más bien lo contrario.
Decidí buscar otra clínica del seguro para complementar las pruebas de la seguridad social, ya que son escasas y espaciadas.
El seguimiento del embarazo es uno de los motivos de mi angustia. Creo que hay cosas que de saberlo hubiera hecho diferentes, y que me han traído desasosiego hasta el día de hoy.
Primero, las pruebas de la semana 12, las tenía hechas en Dexeus. Cuando fui a mi primera cita con la matrona en la Seguridad social, ella consideró que no era necesario repetir nada (que para análisis y tal, puedo estar de acuerdo), tampoco repetir la eco y que me viera el ginecólogo de la Seguridad social.
Así pues, a día de hoy, semana 21. Aún no he visto a ningún ginecólogo de la sanidad pública, ni tengo la cartilla de la embarazada que otras mujeres de mi comunidad tienen desde su primera visita, ni sé nada sobre qué viene ahora.
Esto puede parecerle a alguna mujer lo normal, pero yo me siento perdida sin una figura de confianza a la que preguntar mis miedos y dudas.
Yo soy un poco asustadiza con temas médicos y tras los análisis del primer trimestre , los resultados indicaban que tenía riesgo alto de tener preeclampsia.
No me explicaron nada bien en Dexeus el significado, los plazos, riesgos, etc. y he tenido una gran ansiedad por el tema, ya que la ginecóloga sólo me dijo que tomara una medicación para prevenir y poco después vi en su informe que mi embarazo se consideraba de riesgo por ello.
Sinceramente, hubiera agradecido una mejor explicación porque que la médica te diga diga todo ok y luego leer que tienes un embarazo d riesgo, desconcierta mucho.
Desde entonce busqué otra clínica para completar las ecos oficiales. Tenía la.priemra consulta en en semana 16, pero en la semana 15 era tal mi angustia que tuve que ir a un consulta urgente para poder tener algo más de tranquilidad.
Desde esa eco han pasado 5 semanas. Al principio me sentí aliviada y disfruté mucho las semanas posteriores, pero hace una semana la ansiedad volvió a llamar a mi puerta.
Siento angustia por no saber si todo está bien. Siento pinchazos en la zona más baja del útero, dolores distintos a los que ya identifico como normales. He cogido muy poco peso para estar a mitad de embarazo.
Empecé a notar a la niña como un aleteo de mariposa, sobre la semana 18, luego más fuerta en la 20, y desde hace un día y medio, las pataditas que ya notaba han dejado de notarse, una sensación de menos burbujeo, de menos actividad. UNA AGONÍA DE SENSACIÓN.
Sentir esta falta de control, el no saber qué pasa, se me hace muy duro. Aguantar las ganas de ir al médico por miedo de parecer una exagerada hipocondríaca, hace que la angustia se quede dentro y se acumule.
Necesito un médico de confianza, un saber a quién plantear mis dudas. Que es normal y qué no. Qué riesgos reales tiene mi embarazo de riesgo.
Esta tarde vemos a Manuela de nuevo.
Esta tarde sabré si está bien todo y les preguntaré mis dudas.
A ver si consigo alejar el miedo , no sé si hasta el final, pero unas semanas al menos. Ir sumando semanas y cubriendo etapas.
Mi objetivo es tener a mi bebota en casa, el embarazo sería bonito vivirlo como algo feliz, pero al menos quiero sentirme libre de expresarme si no lo estoy viviendo así.
Porque el embarazo remueve, presiona, muerde, cansa. Lo idílico no está en el embarazo en sí sino en la magia que llena nuestros corazones.
Esta tarde quizás todo cambia y la tranquilidad y felicidad se apodera de mí. Pero no puedo negar esta otra parte de mi aventura.
Negarla sería negarme a mí misma.